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Thursday, March 19, 2015

Fábricas de Monstruos, y Causas Indefendibles...

Ayer ví un post sobre un pervertido al que golpearon por ahí, unas "autodefensas feminazis". El señor iba por la vida manoseando mujeres, y demás, pero la policía no le había hecho nada, así que las "autodefensas feministas" fueron por él, y le dieron una golpiza horrorosa. Esa era la noticia. Los comentarios, estaban llenos de "Que bueno!", "Lo hubieran castrado!", "Así habría que hacerles a todos los que nos acosan!".
No, gente. Así no se ganan las peleas por los derechos humanos.
Si me conoces, sabes que poca gente ha hecho más corajes por "abusivos" que yo. He pasado horas en el MP tratando de denunciar, me he cambiado de casa, porque la policía no puede hacer nada hasta que "te ataquen", y demás. Claro que entiendo el sentimiento de rabia, y de impotencia, pero no manchen. No. Transgredir los derechos humanos de alguien más nunca es un triunfo.

Cada vez que alguien decide NO unirse a las causas feministas de dejar de responsabilizar a las víctimas por los abusos, es por gente como esos de "Que bueno!". Gente que cree que la "justicia" es una forma torcida de "venganza". La gente se suma a las causas justas, no a las venganzas personales.
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Uso ese post de ejemplo, pero pasa todo el tiempo, con todas las causas. Alguien agrega un elemento "personal" que hace que todos los que se hubieran unido a tu causa justa, se deslinden de tu guerra personal. (Como esos que agregaron el "Aristegui para presidenta!!" a la lucha "por la libertad de expresión!" de otros tantos. Te deslindas, porque una cosa es que creas que el despido tenía intereses ocultos, y otra muy distinta que la quieras de presidenta)

He escuchado infinidad de veces a gente decir cosas como "A los asesinos los deberían de matar", ó "A los violadores los deberían de violar". Y la diferencia entre la venganza y la justicia, es el saber ver las cosas con claridad. Si yo voy regresando del trabajo en la noche, un tipo me sigue, me avienta a un callejón, y abusa de mí, digamos que lo atrapan, lo meten a la carcel, y en la carcel alguien abusa de él. En teoría, parece justicia. En la práctica, no lo es.
La miseria del violador, no me regresa mi confianza. No me regresa mi seguridad, ni me devuelve el poder sobre mi sexualidad, se las quita a él, pero a la vez, promueve el abuso, como forma de justicia. "Es horrible que existan los abusadores, pero está bien cuando abusan de otros abusadores".
Claro que denunciar hace una diferencia. Denunciarlo, identificarlo, y ayudar a su captura, me devuelven ese poder, me devuelven la seguirdad de que ya no está en la calle. Me devuelven la confianza de que ese tipo no le hará a otra lo que me hizo a mí.
Pero si estando en la cárcel, el susodicho es abusado, eso no hace ninguna diferencia para mí. Sí la hace para él, claro, para sus padres, para sus hijos, para sus hermanos, y para todos aquellos que se sentirán enojados, e impotentes, y que en algún lado sacarán esa frustración, como lo hizo inicialmente, el hipotético violador. Hace una diferencia para el abusador de mi abusador, que justifica su abuso, porque a final de cuentas, su "víctima" fué el abusador de otro, y le hace creer que abusar, está bien.
La diferencia que hace, es que la violencia, engendra más violencia.

Hay cosas horrorosas en el mundo, que no deberían existir nunca. Pero cuando suceden, si queremos arreglar el problema, tenemos que recordar que no se trata de "vengarnos", sino de asegurarnos que NO vuelva a pasar.

Una vez, escuchaba una conferencia, respecto a la pena de muerte, y uno de los ponentes, empieza su discurso, hablando de la cantidad enorme de asesinos "irreparables" que vienen de hogares violentos, familias rotas, y cosas por el estilo, intentando hacer énfasis en que la pena de muerte, no arregla ese problema de raíz, porque una política que busca deshacerse de un síntoma, pero no ataca el problema, es irrelevante, ya que aunque mates a uno, tu sistema generará otro tarde o temprano.
Ahí lo interrumpe una mujer, otra de las ponentes, muy ofendida, y dice "Estoy harta de "you people" que tratan de justificar a los asesinos, si vienen de hogares violentos, ó fueron abusados de niños no les da derecho a matar a una persona inocente..." bla bla bla. Cuando la mujer termina de hablar, el ponente le contesta "No se trata de justificarlos señora, se trata de ver la raíz del problema, porque aunque estemos en desacuerdo con la pena de muerte, los dos estaremos de acuerdo en que el mejor escenario, es uno en el que el condenado, no hubiera matado a nadie".

Quisiera aclarar, antes de que se aburran de leer, que éste artículo tiene tres puntos. El primero, es que cometer una atrocidad, no debería ser la cuna de atrocidades nuevas; el segundo, que cuando transformas tu "causa" en un pretexto para la violencia, y la venganza, trabajas en tu contra. Menos gente se une. Y el tercero, que hay una gran diferencia entre "justificar" a alguien y encontrar la raíz de un problema. (Digo, por si me salgo de tema, pues el punto era ese)
Si a quien trata de buscar esa raíz, lo acusamos de cómplice, y lo hacemos víctima de nuestra violenta venganza, nos estamos condenando a repetir la tragedia para otras personas, otras familias, y en otros lugares.

Existen muchas cosas horribles en éste mundo, Existen personas que han cruzado esa línea que divide a los seres humanos de los monstruos, las líneas de la tortura, el abuso, la pederastía, en fin. Existe gente a la que definitivamente, hay que castigar. En eso estaremos de acuerdo.
En lo que difiero, es en que el hecho de que exista quien haya cruzado esa línea, nos de permiso de cruzarla nosotros también en afán de castigarlo, y salir impunes. El acosador del post que leí, abusó de la forma en que funciona el sistema, abusó de las mujeres que se acercaron a él, y se merece un castigo, que la policía no quiso darle. Gente con mucho coraje dentro, tomó cartas en el asunto, y se fué contra él.
El abusador no tiene por que sorprenderse. Hizo enojar tanto a tanta gente, que finalmente, tomó cartas en el asunto, y ejerció la venganza, por encima de la justicia.
La gente que lo golpeó, no lo hizo pensando "Éste señor se merece que lo golpee, y lo linche todo el pueblo", lo hizo enojada, apenas pensando, y sin saber que el resto del pueblo, reaccionaría con el mismo coraje que cada uno de ellos.
La policía tampoco tiene de que sorprenderse, porque su pueblo les reportó algo que les preocupaba, que ya había causado daños, y los descartó. Si fallas como sistema de justicia, siembras en tu pueblo, el deseo de sublevación.
Nuestras soluciones deben buscar la manera de que el problema no vuelva a ocurrir, no la manera de "vengarnos por lo que ocurrió" Y es ahí donde las tres partes fallaron.
El abusador es el primero en fallar, en éste ciclo (excluyamos por ahora, su educación y sus circunstancias, ya que al no conocerlas, no podemos arreglar el problema por ahí). Su falla consiste, en que por alguna razón, cree que el placer de satisfacer su deseo de manosear mujeres, es más importante que el derecho de las mujeres a quienes manoseó a decidir sobre quien les pone las manos encima, y quien no.
Falla, al pensar, que atender su impulso, es más importante que los derechos humanos de éstas mujeres.
La autoridad es la segunda en fallar. Cuando se le comunica el problema, la policía sabe que no puede encarcelar a este hombre, sólo porque algunas mujeres "dicen que" el tipo está ahí siempre, dispuesto a manosearlas "si se dejan". La policía sabe ésto, y NO actúa, porque está respetando los derechos del abusador, que a pesar de ser abusador, tiene derecho a no ser arrestado sin pruebas. Pero falla, porque ignora el derecho de las víctimas, a tener seguridad. En lugar de pensar en los recursos que sí tiene disponibles, y como SÍ podría ayudar (sin tener que arrestar al abusador de la nada), se concentran en lo que no pueden hacer.
Aciertan al respetar los derechos del abusador.
Fallan al no respetar los de las víctimas.
Las víctimas, entonces, son las terceras en fallar, al tomar acción. Su falla no es tomar acción, es tomar esa acción sin pensar (lo que es difícilmente evitable, cuando uno está cegado por el coraje y la impotencia, generada por la falla del abusador, y la falla de la autoridad sumadas). Las víctimas, toman acción violenta.
Fallan al pensar que atender su impulso, es más importante que los derechos humanos de el abusador.

A diferencia de las fallas del abusador, y de la justicia, la falla de las víctimas, entra dentro de la línea de humanidad. Justificamos las acciones de las víctimas, precisamente, por que fueron víctimas, antes que abusadores. Pero a final de cuentas, fueron abusadores al final. Entre muchos, golpean a uno sólo, y eso es un abuso.

Tratemos de no perder la perspectiva. Es importante reconocer el abuso de las víctimas, para romper los ciclos de violencia, pero eso no quiere decir que uno esté del lado del abusador, que es el error que la ponente de la conferencia sobre la pena de muerte cometió. Analizar el problema con todas sus realidades es CLAVE para resolverlo.
Si no puedes conectarte a internet, revisas tu computadora, tu modem, y tu proveedor. No llamas al proveedor sin revisar lo que tu computadora hace mal, ó que tu modem esté funcionando, porque sería inútil hacer que ellos "reconecten" tu servicio, si ya está conectado, pero tú tenías tu modem apagado, ó tu computadora tenía el Wi-fi deshabilitado. No se trata de "culpar", sino de solucionar, y para solucionar, hay que reconocer las fallas en todas las partes involucradas, para ver cuáles es posible reparar, y cuáles no.

Superficialmente, tenemos dos "lados". El del abusador, y el de las víctimas. Por eso es que cuando alguien se refiere a las víctimas como "abusadores", todos se ofenden, porque humanamente hablando, uno se encoleriza, y piensa "Pues qué querías que hicieran?!?".
Ponerse del lado del abusador, es impensable, porque es "evidente", que la principal falla, es suya, pero entender qué lo llevó a pensar que su satisfacción era más importante que los derechos de otros, es indispensable para no "resolver" el problema pareciéndonos a él.
Negarse a entenderlo, asumiendo que "No hay justificación!" es automáticamente, dar un paso para parecerse al abusador.
El abusador es desconsiderado con las víctimas, precisamente, por pensar así. Por negarse a ver a sus víctimas como seres humanos iguales a él. El abusador cree que sus deseos son más importantes que los derechos de sus víctimas, porque ellas valen menos, para él no son personas. Son objetos con la posibilidad de satisfacer su perversión. ESE, precisamente ESE es el problema del abuso en todas sus formas. El abusado "vale menos". Está bien transgredir sus derechos.
Pensar que no es necesario respetar los derechos del abusador, pensar que "vale menos" lleva a las víctimas a reaccionar con violencia, y a los que comentaron en el post, a celebrar esa violencia, cuando es justamente esa manera de pensar la que es culpable del abuso que sufrieron. Recordemos que el mejor escenario no es ese en el que "El abusador recibe su merecido", sino ese en el que el abuso no se comete.
Independientemente de que el abusador haya tenido motivos egoístas para perpetrar su abuso, y las víctimas hayan tenido motivos más válidos para cometer el suyo, el gatillo de ambos abusos, es pensar que existe un escenario en el que es válido pasar por alto los derechos de otro.

Los tres elementos que participaron en el evento violento cometieron el mismo error. Hacer menos los derechos de otro. El abusador hace menos los derechos de sus víctimas, la autoridad da menos valor a los derechos de las víctimas que a los del abusador, y las víctimas responden minimizando los derechos del abusador. La policía suele reaccionar, castigando a las víctimas, y de ahí crece y se extiende el círculo de violencia. La solución debería ser terminarlo, y no perpetrarlo. Pero no castigar a las víctimas por su abuso, podría encolerizar a los parientes del abusador (como pasó con las víctimas) y generar nuevos abusos.

Lo que no debemos perder de vista, es que de los tres elementos, dos tienen el deber ciudadano, y uno tiene el trabajo de evitar ésto:
- El abusador debería, por cuestiones morales y civiles, de saber que no puede pasar por encima de los derechos de otro. Que no está entre sus derechos tocar a una mujer en contra de su voluntad, y quizás lo "sabe", pero esa regla, por alguna razón (que no conocemos), en su mente, no aplica para él.
- Las víctimas deberían, por cuestiones morales y civiles, de saber que no pueden pasar por encima de los derechos de otro. Que no está entre sus derechos golpear a un hombre en contra de su voluntad, y lo saben, pero ante la falta de respuesta de la autoridad, en sus mentes, la protección que la autoridad le brinda (AL ABUSADOR!!!) NO DEBERÍA APLICAR PARA ÉL. Si fuera cualquier otra persona, claro que tiene ese derechos. Tiene derecho a no ser encarcelado sin pruebas. Tiene derecho a que no lo golpeen, y tiene derecho a pararse donde guste. Pero él no. EL no debería tener ese derecho. Aunque podamos identificarnos más con éstas causas, la acción cometida, sigue siendo abuso.

Aquí entra el tercer elemento.
La autoridad tenía LA OBLIGACIÓN de respetar los derechos de ambos. No importa si el policía era primo del abusador, o hermano de una víctima. El policía tenía EL TRABAJO, no la obligación moral, ni el deber ciudadano, el trabajo que se le paga, y que consiste en respetar los derechos de ambos.
Tu, abusador, tienes derecho a que no se te encarcele, porque alguien se quejó de tí, tienes derecho a pararte donde gustes, hasta que se demuestre tu culpa, tienes derecho a que no te ataque una turba iracunda. Vale.
Pero las víctimas tienen derecho a sentirse seguras, así que como policía, tienes LA OBLIGACIÓN de pararte ahí, y ver si de verdad el susodicho es un abusador, de encontrar evidencia en su contra ó a su favor, y entonces juzgarlo, la obligación de ofrecer una manera de que las víctimas se sientan seguras (mínimo un raid!). La OBLIGACIÓN de actuar cuando los derechos de alguien YA fueron transgredidos.

Es fácil pensar que la falla principal es del abusador, pero en realidad, la falla principal es de la autoridad, ya que independientemente del "deber ciudadano" de los otros dos, a la autoridad SE LE PAGA por actuar frente a aquellos que fallan en ese deber civil. Independientemente de su vida personal, ese es su trabajo.

Si yo soy barrendero, y Juan va por la calle y tira basura, yo NO la barro, y en consecuencia, tu basura está ahí cuando pasa mi jefe, la ve y me regaña, si yo le contestara "Pues es que pasó Juan, y tiró basura!" Mi jefe no va a ir a buscar a Juan para regañarlo a él. No va a despedir a Juan, ni a educar a Juan. Mi jefe me va a regañar a mí, a despedirme a mí, ó a educarme a mí.
Claro que lo ideal sería que ni Juan, ni nadie tirara basura, pero como no es el caso, YO, tengo trabajo de barrendero. El día que todos se eduquen, y dejen de tirar basura, quizás lo perderé, pero mientras yo tenga ese trabajo, si yo tengo mi casa muy limpia, y no tiro basura en las calles, ó Juan es un puerco, a mi jefe no le importa. Le importa que yo barra la calle, y que si la basura la tiro yo, ó la tira Juan, es MI OBLIGACIÓN barrerla. Se me paga por ello.


Cada vez que la gente hace justicia por su propia mano, hay alguien en medio que es culpable. alguien entre las víctimas y el abusador que intercambian papeles que debió haberlo evitado.
No debemos aplaudir a las víctimas que cometen abusos contra sus abusadores iniciales. La reacción correcta no es alegrarnos de que "Le dieron su merecido". La reacción correcta es encolerizarse con esa autoridad que no hizo nada. Que orilló a esas víctimas a tomar su propia acción. La reacción correcta, no es decir "Sí!! que lo castren!!". Porque muchas personas que, al igual que tú, estén en contra del abuso, reconocerán la castración como abuso, y no se unirán. Porque abusar de otros para terminar con el abuso, sería como follar en pro de la virginidad. No, gente.

Las autoridades debieron haber hecho algo. No las víctimas. La reacción de las víctimas NO es la consecuencia del abuso, porque su primer reacción, fué, como debe de ser, acudir a las autoridades. El abuso perpetrado por las víctimas es consecuencia de la ineficiencia de la autoridad para garantizar sus derechos. Alguna fuerza, que no conocemos, convirtió al abusador en un monstruo. Pero una fuerza que sí conocemos, debió defender a sus ciudadanas, y al no hacerlo, las convirtió en monstruos.
No aplaudamos a esa transformación. No celebremos que una víctima se vuelva abusadora, porque ese es el "No hay justificación!" de quien no quiere mirar en el pasado del abusador para encontrar por ques. Independientemente de sus razones, algo ocasionó que una persona, pasara de ser humano a víctima, y de víctima a abusador. ESE algo es el generador de monstruos. Puedes deshacerte de los monstruos, pero el problema va a seguir para siempre, mientras tengas un "generador de monstruos".
En el afán de proteger los derechos del "monstruo" abusador, la policía ignoró los de la víctimas, y las transformó. Esa no es una ganancia social, es una pérdida moral. En lugar de un abusador, ahora hay muchos.

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Cuando encuentres a alguien abusando, que no ha recibido un castigo, oféndete con la autoridad que no se lo impone.
Cuando encuentres a alguien reaccionando al abuso, y a la indiferencia de la autoridad, si estás en contra de sus medios, de sus manifestaciones, y de sus "autodefensas", oféndete con la autoridad que permitió que los que abusaron de esos grupos, siguieran siendo abusados, hasta convertirse en abusadores.
Concéntrate más en lo que nos une, y menos en lo que nos divide.
Nuestra revolución fracasó, porque alguien convenció a los campesinos, de que sus enemigos eran los obreros, y a los obreros de que eran los campesinos. Al abusador, al verdadero abusador le sirve que se culpen unos a otros. Pinche acosador pervertido, pinche turba de gente ignorante. El verdadero abusador es ese que teniendo la responsabilidad, toma partido. El verdadero abusador es el generador de monstruos.
Si aquellos con el deber de protegerte de ellos, generan nuevos, oféndete con esos antes que con los monstruos evidentes. Si eres de esos que están en proceso de transformación, no envenenes tus causas. Invita a otros al bien común, no a tu venganza personal.
No existe ningún escenario en el que esté bien invalidar los derechos de otros, y cuando llegue a suceder, no busques al culpable, encuentra al responsable, y que se haga cargo.

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