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Tuesday, October 27, 2015

Buenas historias de horror

Cada vez se acerca más Halloween, y una de mis cosas favoritas para hacer, es contar historias de terror.
Si eras de los que llegaron a escuchar "La Mano Peluda" con Juan Ramón Sáenz, seguro escuchaste muchas veces historias tipo:
"Haga de cuenta que estaba yo sóla, y no había naiden, y en eso, que haga de cuenta que se escucha como que tocan a la puerta, y que me asomo, y haga de cuenta que no había naiden, y ya que me regreso a mi cuarto, y haga de cuenta, que escucho como pasos, pero me asomé, y haga de cuenta que no había naiden..."

Claro que es aburrido escuchar esa historia unas dos veces por noche, pero también hay historias como "El Caso Josué", que sea verdad ó mentira, seguro te puso los pelos de punta en algún momento.
Ese caso en particular me encanta, porque es un ejemplo perfecto de los elementos que hacen que una historia de terror dé miedo. La historia es absurda, de verdad absurda (Busquen las llamadas, están en youtube) Si alguien te cuenta la historia, quizás hasta te de risa. Pero si seguiste la historia, la escuchaste en el radio, en las noches, sólo en tu casa, si fuíste parte de ella cuando sucedió, seguro no hay una película, por terrorífica que parezca que te haya dejado una experiencia más memorable.

Quién no sintió escalofríos viendo la cama moverse muy lentamente en Ju-On? A pesar de que es sólo una chica pintada de blanco, y con mucho cabello. Nadie queremos decirles a nuestros amigos "Me dió mucho miedo esa película en el que una chica es acosada por cabello", y decimos "Mejor vela!" Pero de dónde viene ese efecto? qué es eso que hace que el cabello nos dé miedo, y los asesinos nos den risa?

Hay una ligera, pero importante diferencia entre las cosas que nos dan miedo, y las cosas que nos generan miedo. Esa diferencia transforma una historia buena en mala, y viceversa.
La película de "Aracnofobia" por ejemplo, debería ser terrorífica, porque son arañas, mortales, grandotototas! Mucha gente ya les tiene miedo, de por sí. Por qué da tanta risa, entonces?
Por qué nos da mas miedo el cabello japonés que las ARAÑAS GIGANTES?!?!?!

Si estás preparando tus mejores anécdotas para contar, te dejo una lista de cosas que en mi opinión, hacen de una "anécdota" una experiencia de miedo.

1.- El lugar seguro:
Para "generar" miedo, en lugar de sólo recordarnos algo que nos da miedo, lo primero que necesitas algo que no de miedo. Es más, lo contrario del miedo. El lugar seguro.
Cuando sucede algo que nos asusta (que sean fantasmas, ó ladrones, todos tenemos miedos) buscamos ese lugar seguro. Una historia que genera miedo, destroza ese lugar. Si vives en un barrio inseguro, pues no cambia tu vida si tu amigo te dice que le acaban de robar su coche. Si vives en la privada ultra-segura, con mil patrullas, y a la que no te dejan pasar más que con tu huella digital registrada de residente, y alguien te dice que robaron la casa de enfrente, siembra en tí un "Podría pasar algo que no creí que pasaría..." Aunque no esté entre tus miedos que roben tu casa, al destrozar el lugar seguro, siembras la posibilidad de miedo. Incluso si tu anécdota ocurre en un campamento en medio de un bosque super tétrico, sueles tener un "Lugar seguro". Tu celular a la mano, por si hiciera falta, tus amigos cerca, etcétera. La clave aquí, es mantener el balance con:

2.- El cambio de ambiente:
El ambiente interactúa con el lugar seguro para generar miedo. Si estás en tu casa (lugar seguro) debe cambiar el ambiente. Escuchas un ruido extraño, hay un asesino suelto, se va la luz, el chiste del lugar seguro, es que se mezcle con el ambiente terrorífico. El abuso de ambientación hace que eso que debe dar miedo, de risa. Si un amigo te cuenta su anécdota en la que fué a un reclusorio abandonado, donde habían hecho experimentos humanos, y dicen que se aparece la llorona, e iba sólo, y estaba perdido, y llevaba una ouija, y el día anterior había invocado a Satanás, piensas...



3.- La Posibilidad:
Cuando se trata de anécdotas, y no tanto de películas, ó libros, creer o no creer es la clave. Una anécdota no tiene efectos especiales, ni música, y (si no es una broma) tampoco tiene screamers. Lo que estoy escuchando, es verdad? Podría serlo? La posibilidad depende, a su vez, de tres factores:

a) La Fuente:
De donde salió la anécdota es muy importante.
Cuando tu amigo el que cree en fantasmas, lloronas, horóscopos, demonios, ángeles, milagros, amuletos, mal de ojo, etc te dice que escucha ruidos en su casa, y teme que sea el espíritu de su abuela, meh... Cero miedo.
Una de las "anécdotas terroríficas" que más recuerdo es una en la que una bruja "se chupó" a un bebé. Normalmente, es la clase de historia que me daría risa, pero no fué así.
La historia es ordinaria, pero la fuente de esa historia es un amigo, todo científico, y escéptico. No pasa demasiado en la historia, pero ocurrió cerca de su departamento, que no estaba tan lejos del mío (lugar seguro) y de pronto sin razón aparente, todos los bebés y niños pequeños empezaron a llorar. Pasa un muy buen rato, y ninguno deja de llorar, desde el departamento se escucha que los bebés en los demás departamentos lloran (ambiente). Hasta aquí nada da miedo, pero es raro, no?
Al día siguiente, un bebé que se había quedado en su cuna, aparece muerto debajo del lavabo.
El hermanito asegura que una mujer de negro lo sacó de su cuna, y quería llevárselo. Bueno, que se las cuente él jejeje.
No es terrorífico para nada, si te dicen que lo leyeron en Internet, ó que el primo del amigo de un wey que iba en la escuela de tu conocido te lo dice.

b) Locación y probabilidad
Las películas de asesinos psicópatas dan menos miedo en México que en USA. A mucha gente le sorprende ésto, porque México pareciera ser más violento. Pero aca le tenemos menos miedo a un loco que se meta a tu casa a matarte por que te pareces a la hermana fantasma, porque nuestros asesinos no son por lo regular de ese estilo. Aquí te matan por meterte donde no te llaman, por no soltar la cartera, por ponerte al tiro con un judicial, ó por tratar de estafar a un narco. Nos asusta poco si Jason anda suelto por ahí. Nos asusta en serio, por ejemplo, si te cuentan que resulta que el vecino que tienes desde hace 15 años es un narcazo, y que su cártel anda en pleito con otro.

c) Realidad y probabilidad
En el ejemplo anterior, por ejemplo, quien haya tenido en verdad un vecino que resultó narco, sabrá que es un miedo real. Quien cree que "Esas cosas nomás pasan en las películas" no temerá para nada. La ilusión de realidad se puede generar con un buen principio, y una buena fuente. En el caso de mi amigo el biólogo de la historia de arriba, yo no creo en brujas, ni en mujeres de negro que roban niños, pero sé que existe su departamento, sé que hay bebés ahí, sé que él es un adulto que no se cree lo que sea, y que no inventaría nada de eso para impresionarme, le creo que el bebé haya amanecido muerto, también le creo cuando me dice que nadie dura mucho tiempo en el departamento donde eso ocurrió. Todas esas certezas, chocan con lo que no tiene sentido. Si yo creo o no en brujas, ó en mujeres que roban bebés, o incluso en la historia del hermanito es irrelevante en éste punto, porque creo en la fuente, y hay tantos elementos de realidad, que le ganan al sin-sentido. Aunque yo busque una "explicación" más racional, el elemento de misterio permanece, porque una serie de certezas que tengo chocan con una irregularidad. Esa duda, alimenta el miedo sembrado en el "lugar seguro"
No quiere decir que viviré con el miedo de que me chupe una bruja, pero sí quiere decir que la próxima vez que esté en un edificio, y escuche a muchos bebés llorar al mismo tiempo, recordaré esa historia, y aunque sea por un micro segundo pensaré "Oh no..."
Si quieres triunfar en ésta área, usa más elementos reales que ficticios. Usa cosas que existan. Si tu historia se trata más de lo que a tí te consta, de lo que puedes corroborar, etc, será más creíble que si se trata de algo que leíste en internet, y que se relaciona con algo que tu tía te contó que escuchó por ahí.

El chiste aquí es mantener el balance entre la Posibilidad, y la ilusión de control. Mientras más elementos reales tiene tu historia, más difícil es romper la ilusión de control. Pero si llenas tu historia de espíritus, demonios y sustos aleatorios, será poco creíble.
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4.- Romper la ilusión de control:
Cuando la gente dice que los medios son culpables de que tengamos más miedo a un accidente aéreo que a uno de auto, siempre difiero. Claro que tenemos más miedo a un accidente de avión que a uno de auto, a pesar de que el de auto sea más frecuente, por la ilusión de control, además de por el bias mediático.
Manejar un auto nos proporciona un montón de "Lugares seguros". Éste conjunto de lugares seguros nos genera la ilusión de control. El que no nos pase nada malo, está enormemente en nuestras manos. En un avión no. En cuanto te abrochas el cinturón, y el avión se levanta, dependes de un piloto al que no conoces, del clima, de una torre, etc.
Cuando vas en auto también dependes del clima, de otros conductores, y de las condiciones de la carretera, pero nos da cierta seguridad saber que podemos decidir lo que haremos. Si vemos un trailer a gran velocidad en sentido contrario, podemos girar el volante, ó frenar, si vemos que llueve mucho, podemos bajar la velocidad.

Cuando escuchas una historia como la de los asesinos narcos, tenemos el lugar seguro de "Mientras no me meta con nadie, no se meten conmigo".
Aquí entra también el que aquello que cause miedo se relacione con quien escucha la historia.
Las cifras de la cantidad de mujeres desaparecidas asustarán más a una mujer que a un hombre, evidentemente. Un monstruo comeniños, no asustará para nada a una adolescente, aunque le dé pesadillas a un niño. La clave aquí, es que parezca poco común, pero que sabes que se relaciona con la víctima. Si el fantasma persigue a las que han andado con un casado, y tienes una amiga que lo ha hecho, es una buena historia para contar "sin miedo" pero para sembrarlo secretamente en alguien más, y darles un sustito más entrada la noche jojojotrololo...
Cuando era más chica, tuve una historia muy creepy con un chavo que se obsesionó enferma mente conmigo. Cambié de número, me mudé de casa, etc. Es una historia larga que no voy a contar, pero pocas cosas me han asustado más que un mensaje de un número desconocido unos tres años después de mudarme, que decía "Ya te encontré". Todo ese tiempo, que yo creía estar siendo muy cuidadosa, que no usaba facebook, que me despegué del myspace, que dejé de frecuentar los lugares a los que iba, creí que yo tenía ese control, y un día de la nada, tres palabras rompieron la ilusión de control. No tengo miedo ahora, pero en ese momento, todos los lugares seguros que construí, no sólo habían sido inútiles, sino que la confianza en nuestras propias armas tiembla. Quizás fué alguien haciéndome una broma, porque nunca lo ví, ni me llamó, ni pasó nada más, pero me asustó mucho, porque era un mensaje que se relacionaba montones con una mala experiencia que ya estaba en mis archivos, y porque rompió esa ilusión de control.
Incluso en una película de terror, te ríes cuando los protagonistas hacen tonterías, y por eso mueren, pero cuando ves una en la que el protagonista hace todo bien, o hace lo mismo que tú harías en cierta circunstancia, esa es la que capta tu atención.
Cuando algo sucede que desafía tus medidas de "seguridad" y las inutiliza, se rompe la ilusión de control, y ese miedo sembrado en el lugar seguro, y alimentado de posibilidad, se vuelve amenazador.

5.- Consecuencia:
Ésta es la parte que vuelve el miedo en terro. Que convierte esa sensación de "Algo no está bien..." en un "AYDIOMIOJESUCRISTOSALVADORAPLACATUIRAYTURIGOR!!!"
Si tu anécdota termina en "Y ya, pues era un gato, y no pasó nada!" todos reímos, y nos divertimos. Si tu anécdota termina en "Nunca encontraron el resto del cuerpo..." ese "EL RESTO DEL CUERPO" te atormenta por un rato más.
Si alguien aquí leyó el cuento del Wendigo, creo que estarán de acuerdo en que pocas partes dan más escalofríos que los gritos de "My burning feet on fire!!!!!" Digo, todos sabíamos que la historia era sobre una criatura extraña, y el libro es de historias de miedo, era obvio que el wendigo se iba a comer a alguien, pero creo que nadie esperábamos que antes de comérselo, se divirtiera arrastrándolo por la nieve a una velocidad tal que se le quemaran los pies.
Las historias de tortura, un espíritu que te atormenta para siempre, un "desde ese día, siempre que duermo en ese cuarto tengo terribles pesadillas", etc siempre serán más perturbadoras que las historias de "se oyó un ruido, y no había nadie".
Si te gusta que te cuenten historias de terror, cuéntame qué cosas crees que hacen que den mas miedo :D
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