Roles y Fracasos

Siempre digo que el "feminismo" fracasó.
No recibo muy buenas respuestas de mujeres.
No me malentiendan, no estoy en contra, pero no somos iguales, y no tenemos los mismos derechos; la lucha por equiparar nuestras condiciones, empezó con el pie izquierdo. Con afán de corregir el error, ahora el "feminismo" es confuso, y raya en lo absurdo demasiado seguido como para ganar nuevos adeptos (exhortándote a subir tus fotos sin depilar, ó a pintar con sangre, y demás cosas que te hacen llorar de terror)

Hace muchos años, los roles en una familia, ó en una relación estaban muy claramente definidos. Las mujeres tenían el rol "femenino", de estar en casa, cuidar a los hijos, y los hombres tenían el rol "masculino" de ser proveedores (los llamaré rol masculino y femenino, por que es más sencillo asociarlos, pero si te parece sexista y ofensivo, llámale rol 1 al que tiene las atribuciones generalmente asociadas con una mayoría de mujeres, y rol 2 al que tiene las atribuciones generalmente asociadas con los hombres), se identificaba a las mujeres como sensibles, y dedicadas a la belleza (a poseerla, ó a crearla a su alrededor), y a los hombres como los que salían a cambiar al mundo, y a proteger esa sensibilidad, y belleza.
Con demasiada frecuencia, algunos de esos hombres, con rol masculino, decidían proveer menos, y hacer lo que se les daba la gana más. Dejar que su pareja, de rol "femenino" se hiciera cargo de la casa con una miseria, y gastarse sus méritos de proveedor, en placeres personales; ó sucedía que una desafortunada mujer enviudaba, y quedaba desprotegida, y en su afán de desempeñar el rol "masculino" de proveedor que hacía falta cubrir, se encontraba con abusos y discriminación, ó peor aún, que estos trabajadores hombres con rol masculino, menospreciaban el rol femenino, como "estar en casa descansando todo el día". También sucedía, que alguna mujer que no encajaba en ese rol femenino, y quería tomar el otro rol, aquellas que tienen poco interés en la delicadeza y la belleza, con afán de cambiar al mundo, sin embellecerlo, ni cuidarlo, ni preocuparse por las emociones de nadie, y que se encontraba con puertas cerradas que le decían "Vete a la cocina!".

Sin hacer un análisis de roles, las mujeres se sintieron discriminadas, tanto desempeñando su rol femenino, como tratando de desempeñar un rol masculino. Se unieron, y salieron a exigir que se les permitiera desempeñar ese rol masculino si querían, y que aquellas que lo desempeñaban, no estaban mal. Pero al hacerlo, apoyaron la actitud de "hacer menos" al rol femenino. Premisas como "No somos más sensibles!", ó "Las mujeres podemos hacer todo lo que hacen los hombres" como estandarte, ayudaban a hacer menos el rol femenino. No sólo para una mujer, sino que dejaron fuera de su lucha a los hombres que desempeñaban roles "femeninos" en sus relaciones, ó en sus familias. Premisas como "Es bueno ser una mujer sensible!" ó "Las mujeres que trabajan como amas de casa, se cansan tanto ó más que un hombre en una oficina!" defienden el rol, pero siguen excluyendo al género.
No todas las mujeres quieren que las "salven" de "opresores" que les prohiben hacer pornografía, vender sus cuerpos.Pero todas merecen ser tratadas como seres humanos, en todos los países. Si quieres protestar en contra de que apedreen a una mujer por adulterio, y a un hombre le den una palmada en la espalda, está bien, porque estás protestando contra un abuso, pero sé consciente de que tu protesta tendría que aplicar igual si el apedreado fuera un hombre, no decir "las mujeres tenemos derechos!!" cuando es mujer, y decir "Que bueno, por pinshi culero!!" cuando es un hombre. Las luchas contra el abuso son válidas, porque no se trata de un género, ni de una especie. Se trata de que si algo se considera abusivo, es abusivo para todos. No se trata de satanizar a un hombre que viola a una mujer, pero que si una mujer viola a un hombre digan "Ah que suertudo wey!!!"
Tonterías como "Hiciste un chiste sexista!!! hay que hacer mil chistes sobre tí!!" son las que arruinan las luchas. Nos enseñan que "El fin justifica los medios", pero no es así. Si tus medios son odiosos, sin importar tu fin, tú, como líder, resultas odioso, y le das una connotación odiosa a tu lucha.

El feminismo fracasó, porque las mujeres que necesitaban desempeñar un rol masculino lo volvieron una convención social, que una mujer desempeñe ambos roles.
 Las muejres, en mayoría, seguimos haciendo mucho más trabajo en casa que nuestras parejas, seguimos siendo víctimas de abuso con más frecuencia, y seguimos ganando menos por hacer el mismo trabajo. Pero no nos echaremos para atrás, porque nos hemos esforzado mucho por demostrar nuestra capacidad de desempeñar un rol "masculino", como para destruir todo eso, y volver a esperar que un hombre nos mantenga, y nos diga que hacer. Con el afán de defender esa postura, a veces, seguimos haciendo menos el rol, diciendo cosas como "No enloquezco cada día 28!", a pesar de que el inevitable ciclo hormonal (o la pura incomodidad) nos hagan el día más difícil. Negando que tengamos esa "barrera" que nos impida hacer bien el trabajo, sin ver a veces, que no se trata de negar que algo existe, sino de insistir en que mi trabajo no vale menos por el hecho de que exista.
Incluso, es curioso que los estudios de hace varios año  sobre mujeres en puestos gerenciales arrojaran resultados indicando que las soluciones implementadas por mujeres en posiciones de poder, suelen ser más sustentables y consistentes que las de los hombres en el poder. Un estudio más detallado, indicaba que ésto era el resultado precisamente de ese "rol" femenino que fingían no tener, pero que no sólo existía, sino que las hacía más eficientes. El estudio -que entre otras cosas, consistía en separar dos equipos, y poner al mando a diferentes personas con experiencia y capacidades similares, pero géneros distintos, y hacerles resolver retos de negocios similares - mostró que aunque ambos líderes implementaron soluciones que resolvieron los problemas "de negocios", las resoluciones de las líderes mujeres, habían considerado más factores, proponiendo soluciones más duraderas. Viendo a detalle, las líderes se negaron a ver los negocios como "sólo negocios", y habían tomado en cuenta las emociones del personal involucrado. Hoy en día, esa es una práctica muy evidente, pero es un estudio viejo. El caso es que las mujeres en el mundo de los negocios, hacen un gran esfuerzo por demostrar que no son más sensibles, que no dejan que lo personal se mezcle con los negocios, y que no tienen una perspectiva diferente. Pero sí la tienen, sí son más sensibles, sí son más perceptivas a los retos subyacentes de su personal, y eso las hace más eficientes, no menos. Pero si uno pasa suficiente tiempo "adaptándose" a un mundo gobernado por otro rol, es natural acostumbrarse a las prácticas de ese rol, aprenderlas, y de verdad, llegar un día a ser menos sensible. El feminismo toma ésto como una ganancia, pero seguimos haciendo menos el rol. Si un hombre sensible quiere aspirar al mismo puesto, en lugar de decir "Hey! que bien, tienes una perspectiva que a nosotros nos falta!" quizás reciba más bien burlas de como hasta su jefa "tiene más pantalones" que él, y lo descartaremos tanto por su género, como por su rol. Dejándole como opción fingir que no tiene esas cualidades, que nos hemos empeñado en identificar como defectos.

El problema, es que lo que estaba mal en un principio era que existieran hombres que creyeran que su rol de proveedores venía con licencia para hacer lo que quisieran y controlar a cualquier otro mienbro de la familia, independientemente de su rol. No el género, ni el rol. Un grupo de personas. Como ese grupo de personas no cambiaba, cambiamos nosotras, para parecernos más a ese grupo de personas. Hicimos menos el rol que se nos asignaba, y brincamos al rol que ese grupo respetaba.
La verdad es que el error era de cualquier hombre ó mujer que pensara que educar niños, administrar una casa, y generar un ambiente de paz al que el "proveedor" pudiera regresar después de enfrentar al mundo, era menos importante que salir a enfrentar al mundo.
Reemplazamos a las "directoras de operación", por muchos pequeños expertos, y pensamos que "ya lo logramos". Pagar quien limpie, los niños en la guardería, compramos comida hecha, y los dos salimos a enfrentar al mundo, para fingir que somos iguales. El rol "femenino" sigue viéndose como "menos". Un hombre "sensible" sigue siendo motivo de burla para hombres y mujeres por igual. Eso no es evolución, es transferir la discriminación, en invitar a los discriminados a unirse al bando de los que discriminan.

Salir a luchar por la igualdad de género, haciendo menos los roles, es excluyente, y condena nuestra lucha a dejar fuera a muchas que comparten nuestro género, y a muchos que comparten nuestro rol.

Hay mujeres sensibles, mujeres con mucha testosterona, mujeres trabajadoras, y mujeres abusivas. Hay hombres sensibles, hombres con muchos estrógenos, hombres trabajadores, y hombres abusivos.
Las estadísticas de la cantidad de mujeres con características de rol femenino, y la cantidad de hombres con características de rol masculino no cambia el hecho de que ningún rol debería ser hecho menos, del mismo modo que ningún género debe ser hecho menos, por el simple hecho de que NINGUNA PERSONA debería ser hecha menos.

Conocemos el "machismo" como casi un sinónimo de abuso, y luchar contra el "machismo" hace parecer que es una lucha de género, cuando el abuso, (aunque las estadísticas lo atribuyan mucho más a hombres que a mujeres) es una lucha por la humanidad. Aquellos que son abusivos con las mujeres, también son abusivos con otros hombres. Llamarle "feminismo" a la lucha contra el abuso, hace que parezca un problema "de género" y no lo es, pero facilita mucho que el esfuerzo de una mujer por derecho a la educación, y a que no la vendan a un borracho golpeador a cambio de un borrego y unas chelas, está en el mismo rubro que una sesión de fotos de mujeres dejándose crecer vello por todas partes. Y entonces tienes a un tipo, que aunque esté en contra del abuso, no se dirá "feminista", porque no le gusta nada la idea de ver fotos de mujeres peludas.

Al abuso, le llamamos feminismo, racismo, bullying, mobbing, y demás. El abuso es abuso.
El feminismo debería de tratarse de defender el rol femenino, y no al género. De defender la sensibilidad. Debería tratarse de devolverle el valor que le corresponde a tener una casa limpia, criar hijos con valores bien fundados, de hacerla de psicóloga para ese proveedor ó proveedora, y demás. Debería tratarse de defender por igual a hombres, mujeres, y géneros indistintos que desempeñen ese rol. Se debería tratar de defender esas cualidades biológicamente atribuidas generalemente a las mujeres, pero que no tiene nada de malo cuando aparecen en un hombre, así como no tiene nada de malo cuando están en una  mujer. Se debería de tratar de defender por igual a la persona (hombre ó mujer) que quiere quedarse en casa, a educar a sus hijos, y a tener una sonrisa puesta cuando su pareja regrese de tratar de cambiar al mundo, como de defender a la que en el mundo de los negocios, usa sus cualidades naturales para lograr el éxito, en lugar de ignorarlas.
Si tu pareja "ayuda" en la casa, no te está ayudando, ni te está haciendo un favor. Está desempeñando parte de ese rol que hace falta, porque tú estás también desempeñando dos roles. Hoy en día, esos roles se han vuelto confusos, y se espera que todas y todos desempeñemos varios a la vez, haciendo más complicado algo que debería de ser sencillo. Trabajo igual que tú, pero gano menos, aunque me canso igual. Lavo el doble de trastes, el doble de ropa, pero se asume que está bien, por que tú cubres más gastos, y en realidad no es justo. Hay mujeres cocinando con su sangre menstrual arruinando el feminismo para todos, y no es justo. Si eres hombre, y te sientes atraído por otros hombres, y quieres vestirte estrafalariamente, y crear belleza a tu alrededor, y andar por ahí caminando coquetamente, "eres una jota" y no es justo tampoco. El rol no es malo. Y jamás debimos hacer parecer que lo era. Si un hombre es magnífico cocinero, excelente papá, deja la casa reluciente, no es menos hombre por no estar en una oficina, ni desempeña ese rol "peor" sólo por ser hombre. Si una mujer de verdad es todo un shark en los negocios, y no es más sensible que sus compañeros, ó es una Soraya levantando pesas, con una complexión para nada femenina, ni su género la hace menos capáz, ni sus cualidades la hacen menos mujer. Son cualidades.

El chiste de las "cualidades" es encontrar la circunstancia en la que funcionan como tales, y de complementarlas con personas que tengan las cualidades que nos faltan. No decir "COMO NO LAS TENGO, NO IMPORTAN!", ó fingir de "COMO PARA USTEDES SON DEFECTOS, NO LAS TENGO!".

Hay gente ignorante defendiendo todas las perspectivas. Es muy injusto utilizar esos ejemplos como estandarte contra una lucha. Siempre se me ha hecho muy injusto que haya pleitos para "quitarle el estigma negativo" a la palabra feminismo, pero que todos aceptemos que "machismo" significa abuso. Es injusto que ser hombre te pre-califique como abusivo, pero también es injusto que tratemos de negar que la biología conectó nuestras neuronas diferente, y que si ves a una mujer, la consideres "más sensible" cuando necesitas invalidar sus argumentos, pero "igual que tú" cuando quieres quitarte el estigma de "abusador" por el simple hecho de ser hombre.

Los roles son importantes, por que se complementan para crear la felicidad :-). El ego suele tentarnos a hacer menos lo que no tenemos. Pero las cualidades que no tenemos, son precisamente las más valiosas para nosotros, porque NO LAS TENEMOS!!!. Cuando nos enamoramos, valoramos las cualidades de esa otra persona como complementos, porque los queremos, y ese desorden de atención que es el enamoramiento nos hace verlo así, y por eso funciona. Todo eso que la otra persona tiene, y nosotros no, es valioso, y nos sentimos contentos de beneficiarnos por las cualidades que no tenemos! Pero si no es nuestra pareja, hacemos menos eso que otros tienen, y es diferente a lo que tenemos. Si somos rudas, y nos gusta el heavy metal, las fresas rositas, son tontas. Ojalá aprendiéramos a ver al mundo más como si estuviéramos enamorados de él, y menos como si estuviéramos enamorados de nosotros...